Modificación del proyecto ejecutivo de reforma del edificio de la placeta del Pi 2, situado en el centro histórico de Barcelona. El nuevo proyecto resuelve la ubicación de una ludoteca en planta baja y del centro de recursos educativos de Ciutat Vella.
El objetivo de la intervención es reconvertir un rincón del barrio Gòtic, un lugar sensible desde un punto de vista urbano y patrimonial, transformando la edificación existente en desuso, cerrada y obsoleta, en un contenedor de usos públicos. Como resultado se libera la torre gótica de Santa Maria del Pi, escondida desde hacía siglos por la edificación que se le arropaba. Se derriba la parte más dañada de la edificación y se mantienen su fachada y crujía principal para conservar el carácter histórico de la plaza. Para completar la edificación, se construye detrás de ésta un cuerpo nuevo de estructura metálica y piel de zinc que se plantea exento y separado de la preexistencia, de modo que se establece un diálogo entre nueve y viejo.
Mientras que se rehabilita la crujía antigua, el nuevo cuerpo se formaliza con materiales ligeros y de factura contemporánea. El nuevo contenedor gesticula y se desmaterializa al enfrentarse al campanario, convirtiendo sus sillares en la cuarta fachada en todas sus plantas. La nueva fachada se concibe como una reinterpretación del gótico, donde la materia pétrea muta a una piel semitransparente de lamas, las líneas de imposta se traducen en UPE metálicas, etc.
La necesidad de realizar la obra en 7 meses condicionó el proceso de obra y ejecución. Por la naturaleza del emplazamiento éste no podía ser lineal (escombro-arqueología-construcción), sino que las tres 'fases' se desarrollaron de manera coordinada ya veces simultánea.