El solar se situa en un parque lineal que se alarga de norte a sur. En él se proyecta un edificio compacto que libera un generoso jardín a sud, que pasa a ser un tramo más del parque, acotado y controlado, integrándose con la vegetación y las visuales de éste.

La ubicación del edificio permite disfrutar del mejor asoleo y de las mejores vistas. El acceso se situa en la calle peatonal, al norte de la parcela, donde recoje los flujos del este desde el centro de la villa y del norte desde el parque. La entrada reconoce el eje norte-sur y lo alarga hacia el patio, hasta el otro límite del solar, donde se situa una segunda puerta. El edificio se plantea con un lenguaje fácil y comprensible: un único volumen blanco en planta piso, que se apoya sobre un basamento de obra vista negra que se formaliza como un repliegue de la misma valla de la parcela.

El espacio interior se concibe como una parte del jardín, cerrado con vidrio y climatizado. Los espacios servidores se situan a norte y los espacios públicos se abren a sur. Los espacios de mayor afluencia se situan en planta baja y los de actividades más controladas en la planta superior.

Se opta por materiales con un buen mantenimiento y envejecimiento (obra vista, monocapa...). La definición de elementos de sombra (porche, tribuna...) permiten un asoleo óptimo y controlado en invierno y verano. La disposición de espacios, la optimización de aberturas, la ventilación cruzada, minimizan las demandas de iluminación y de climatización artificiales. La cubierta vegetal, además de ser un elemento paisagístico en un entorno de futuros bloques, mejora la inercia térmica.